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domingo, 22 de noviembre de 2015

La Isla del "Buenrollismo"

En los últimos 10 años la población de Ibiza se ha incrementado de manera exponencial. Hoy mismo leíamos en el diario local que para las próximas elecciones están registradas con derecho a voto más de 96.000 personas. Es del todo lógico. Aquí la actividad económica ha decaído más bien poco durante la puñetera crisis. La demanda vacacional en nuestras islas, que ya de por sí gozaba de buena salud, se ha visto avivada por los problemas graves de seguridad acaecidos en países como Túnez o Egipto. En verano es relativamente sencillo encontrar trabajo y el resto del año cada vez más negocios deciden quedarse abiertos. La temporada cada vez se alarga más por lo que buena parte de la población activa que salía de las islas en Octubre o Noviembre, ha decidido quedarse definitivamente a pasar los inviernos aquí.


Es fácil de entender que un lugar como este atraiga mucho personaje y elemento mediocre, especialmente en la temporada alta. Proliferan los buscavidas de medio pelo que se dedican a ofrecer servicios de todo tipo. Por supuesto, no hablo de delincuentes ni de gente peligrosa (en la inmensa mayoría de los casos). Hablo de un tipo de gente cuyas actividades ensucian el trabajo de muchos profesionales que llevan muchos años batallando para que sus proyectos y sus sectores de actividad sean respetados. Cada verano se repiten las denuncias de intrusismo en varios sectores. Algunas tan graves como la del sector del taxi.


No dejamos también de ver cada verano denuncias de la asociación de empresas de catering, de alquileres vacacionales o de agentes inmobiliarios. A día de hoy cualquier pelagatos que corre por la isla en temporada alta y tiene 3 contactos se cree con derecho a comisionar por la venta de una casa, por el alquiler de una villa o por ofrecer servicios de catering de muy dudosa calidad. Mucho visitante de cierto poder adquisitivo cae a menudo en manos de estos elementos que se presentan como "expertos en seguridad" o como "concierge". En mi trabajo tengo que lidiar casi a diario con personajes de este tipo. La sensación que nos queda a los profesionales del sector turístico de alto nivel es de que Ibiza en temporada turística se ha convertido en una selva de la que seguramente saldremos con vida, con un mal sabor de boca por lo que habremos tenido que tragar, y totalmente agotados...


Entre todo este "artisteo" ha surgido algún otro elemento menos nocivo, pero no por ello menos curioso. A mi particularmente me hace mucho gracia el caso de un blog cuyos propietarios son el claro ejemplo de ese tipo de buscavidas que mencionaba un poco más arriba. En su obsesión por venirse a vivir a Ibiza y crear un negocio del que poder comer, han picoteado un poco en todos esos sectores que rodean los servicios turísticos de calidad. Han tirado de manual de curso básico de redes sociales para venderse como grandes expertos, basándose en su experiencia de "cambio de vida" y su mudanza a la isla. Como si el 99% de la población occidental no hubiéramos pasado nunca por un cambio de domicilio. No es broma, tienen alguna entrada en su blog dedicada a explicarnos lo "fascinante" que fue esa experiencia de empaquetar sus cosas y traérselas para aquí.


Todo ahí rebosa ingenuidad y "buenrollismo", que parece que mucha gente les compra. A día de hoy sus esfuerzos se centran precisamente en presentarse como un ejemplo de éxito porque han sido capaces de organizarse una serie de ingresos más o menos regulares de unas clases de fitness en grupo al aire libre. Puede que incluso el blog mismo les empiece a rentar algo. Después de coquetear con el concierge y el alquiler de villas turísticas, el paso siguiente ha sido ofrecer servicios de "coach" para aquellos que quieran comenzar un negocio en Ibiza. En serio... A ver, con la que ha caído en los últimos años de profunda crisis económica, que alguien con este historial se erija como "gurú" de todos aquellos que sueñan con montarse una nueva vida en la isla, es hasta cierto punto comprensible. Pero yo no puedo evitar ver en todo esto otro ejemplo de esa manera poco clara de buscarse la vida, que roza el intrusismo en todo lo que toca y que ofrece pocas garantías de seriedad y profesionalidad



martes, 29 de septiembre de 2015

Ibiza, nuestra terapia invernal

Entrados ya en el otoño balear los residentes empezamos a recuperar la isla para nosotros. Parece que la gente se resiste a marchar este año pero sabemos que en un par de semanas los clubes ya habrán echado el resto, finiquitando la temporada en esas inacabables maratones que son los cierres y que intentan agotar hasta el límite las ganas de fiesta de su tropa fiel (¡como si eso fuera posible!). Junto a ellos, poco a poco, vamos a ir perdiendo por unos meses la posibilidad de disfrutar de algunos de nuestros restaurantes favoritos de la isla. Lugares como el mítico Balafia, el inimitable Dolce Vite de Playa d'en Bossa (para nosotros la mejor pasta y pizza de la isla) o el Chiringuito de las Dalias en Es Figueral, nos dejan "huérfanos" hasta el comienzo de la próxima temporada.


Por otro lado volvemos a nuestras rutinas postveraniegas y, aparte de la tranquilidad, comenzamos a recuperar también algunos otros locales que inevitablemente asociamos a esta época del año. Al igual que en temporadas anteriores me gustaría recomendaros aquí algunos de nuestros favoritos. Unos cuantos son clásicos de toda la vida que han servido a lo largo de muchos años miles y miles de esos platos contundentes que ofrece la gastronomía ibicenca en esta época del año. Otros establecimientos, no tan clásicos, han decidido continuar con sus puertas abiertas initerrumpidamente, esfuerzo que queremos agradecer y, por supuesto, ayudar a promocionar. Os los voy enumerando a continuación...

Atzaró Beach
Tras tres temporadas este beach club diferente de Cala Nova ha decidido continuar abierto todo el invierno. Los encontraremos funcionando los mediodías, de Martes a Domingo, sirviendo suculenta cocina inspirada en el mar de Ibiza. No dejéis de saborear sus cócteles deliciosos frente a esa joya de playa sobre la que se ubica, al norte de Es Canar. Un local donde siempre te hacen sentir como en casa y que seguramente se convertirá en uno de nuestros puntos de referencia los próximos meses. 

Aubergine
La carretera de Santa Gertrudis a Sant Miquel ha recuperado un local precioso, desaprovechado desde hacía años, que se ha convertido desde su reciente apertura en uno de los favoritos de los vecinos y residentes de la zona. Comida saludable, nutritiva y sorprendente servida en verano en su enorme jardín desde donde contemplamos su huerto y su sala de exposiciones. Se ha rehabilitado el interior de la acogedora casa payesa con gusto y cariño. Un local que en los próximos meses invita a resguardarse en su interior del frío y la humedad del invierno ibicenco para dejarse cuidar por Olga y su equipo.

Bai Bai
Este es uno de esos secretos que no puedes evitar proclamar a los cuatro vientos. Para nosotros el mejor local de tapas de toda Ibiza. Situado al final del nuevo paseo del puerto de Vila, frente al amarre de los megayates, no hemos dejado de volver y volver desde que nos hablaron de él por primera vez. No sabría por donde empezar a la hora de recomendar una u otra tapa. Todo, absolutamente todo lo que hemos comido en Bai Bai nos ha encantado. Y a precios que conforman un tándem precio/calidad imbatible. La buena noticia es que han cogido un local en la Plaza del Parque desde el que van a trabajar todo el invierno. La mala es que nos tememos que en poco tiempo pueda convertirse en uno de esos locales donde no vamos a poder evitar las colas para conseguir una mesa.(CORRECCIÓN: hace pocos días nuestros amigos de Bai Bai anunciaron que se despiden de todos hasta la próxima primavera. Parece ser que el proyecto en la Plaza del Parque no ha cuajado y nos van a dejar todo el invierno con la sana frustración de no poder disfrutar de sus deliciosas tapas...)

Ca´s Pagès
Un clásico de toda la vida en la carretera de Santa Eulària a Sant Carles. un local auténtico que no admite reservas ni tarjetas y en el que es fácil encontrarse con alguno de los residentes más famosos de la isla. Comerse una buena carne a la brasa o un contundente arroz de matanzas frente al fuego de su comedor interior es una experiencia de esas que uno no debe perderse si pasa por aquí.
Martina
El chiringuito de Cala Martina es otro de esos establecimientos de toda la vida que nunca pierde fuelle. Abierto prácticamente los 365 días del año es una de esas joyas que todavía podemos disfrutar sin estridencias, lujos ni pijerío. Acuden todos los días vecinos de la zona, visitantes de toda la isla y turistas. Todos ellos aprecian su autenticidad, la calidad del pescado que sirven y la impagable sensación de comer con los pies sobre la arena. Ahí se disfruta de la Ibiza de siempre frente a esa piscina increíble que es cala Martina, en la que el campo y el mar ibicencos se encuentran con suavidad, casi sin buscarse. Nos sentimos privilegiados de vivir a pocos pasos de ahí. Podemos decir, sin rubor, que hemos comido en su terraza alguno de los mejores arroces y "bullits de peix" que recordamos. El secreto de acertarla siempre es dejarse aconsejar por ese personal veterano y amable que siempre te hace sentir como en casa.


Fonda Pou d'es Lleó
Otro de esos clásicos intemporales de Ibiza. Es difícil encontrar un ibicenco, nativo o residente, que no haya comido alguna vez aquí. Rodeada de campos cuidados, higueras, algarrobos y pinos, y a pocos pasos de ese paisaje mágico que es Es Pou d'es Lleó. El lugar perfecto para reunirse con familia y amigos los Domingos para disfrutar de la cocina autóctona, de sus sabores de siempre. No fallamos ningún invierno, desde hace años. 

Tánit Beach
Para finales de octubre Platja d'en Bossa se convierte en una especie de pueblo fantasma. Pasar de semejante bullicio a tal tranquilidad, casi sin término medio, debe ser un descoloque muy fuerte para sus residentes (a la vez que un gran alivio). Acabada la temporada siempre se encuentra alguna terraza furtiva abierta por un tiempo más que el resto, y algún restaurante que aguanta el tipo con más o menos éxito. En uno de los extremos de esta ya mundialmente conocida playa los amigos de Nassau, uno de los beach clubs emblemáticos de la isla, inauguraron a principio de esta temporada el Tánit Beach. A pocos metros del club original encontramos esta apuesta por las últimas tendencias en restauración saludable, conjuntada con un diseño de interiores mucho más cuidado, que en verano ayuda a descongestionar esa terraza y esa playa tan demandadas. Lo mejor de todo es que el local nació con la intención de permanecer abierto todo el año, cosa que pensamos agradecer este invierno convirtiéndonos en visitantes asiduos. 

martes, 8 de septiembre de 2015

¿Hay alguien a quien le importe?

Volvemos a respirar en Ibiza. Tenemos que agradecer a las lluvias de los últimos días el haber apaciguado las llamas que han estado consumiendo la isla estos dos últimos meses. No solo por haber bajado esas temperaturas que nos han torturado sin tregua desde Junio. También por haber coincidido con el final de Agosto y la bajada significativa en la presión demográfica que aplasta las Pitiusas cada verano. 


Esta temporada alta se nos ha hecho dura. Nuestra carreteras se convierten en un suplicio que demanda una paciencia infinita y unos nervios bien templados. A la saturación que sufrimos en nuestras principales vías se une la mala educación de muchos y el peligro tremendo de unos pocos salvajes que se saltan las normas a su antojo o que simplemente van tan colocados que son una auténtica bomba de relojería sobre ruedas.

El calor, los nervios, la masificación, nos ponen a muchos de mal humor, y las malas formas se apoderan de nuestras relaciones. En general, los sensación y los comentarios de todos los que nos dedicamos a recibir visitantes de cierto nivel, han coincidido en el hecho de no haber vivido nunca antes en Ibiza situaciones tan tensas ni tan desagradables como las que hemos tenido que enfrentar a menudo este verano


Lo que ha quedado claro, sin duda alguna, es que la isla ni está preparada para soportar esta presión creciente cada verano, ni nadie parece en serio preocuparse en poner los medios para no cargárnosla en cuestión de muy pocos años. Los grandes atractivos de la isla se degradan a paso de gigante. Las playas se ven saturadas de hamacas, de vendedores ambulantes, de papeleras y contenedores de basura rebosantes de porquería. Nuestro mar y sus fondos, uno de los mayores tesoros de este paraíso natural, aparecen llenos de plástico, manchados de colores incomprensibles, sembrados de pura mierda que los miles de barcos que asedian nuestras costas vacían sin pudor desde su sentinas, o que simplemente viene derivada y sin tratar de unas depuradoras obsoletas e incapaces de generar nada más que un hedor insoportable que algunos días llega a provocar incluso lágrimas de irritación (y de impotencia).


Y aquí es a donde quería ir yo a parar. ¿Cómo uno de los lugares que mejor ejemplifica la vanguardia a nivel turístico y de ocio en todo el Mundo se puede permitir una gestión tan nefasta de sus infraestructuras y de sus servicios públicos? Nadie puede creerse que con la riqueza que genera esta isla durante 6 meses al año tengamos unos sistemas de gestión de residuos tan obsoletos, ineficaces y desfasados. Incapaces de no machacar la isla, sus recursos y sus habitantes como para llegarnos a indignar. Carreteras saturadas, transporte público casi inexistente y poco adecuado a las características y necesidades de la isla, sistemas de recogida de residuos insuficientes, depuradoras ineficaces, plantas desalinizadoras paralizadas, colectores submarinos que se rompen cada 3 días, canalizaciones de aguas residuales y pluviales vergonzosas, acuíferos salinizados y sobreexplotados... ¡Todo un puñetero desastre! ¡Una verdadera vergüenza!

¿Y qué estamos haciendo los ibicencos para resolver esto? Una isla como Ibiza, debería ser un ejemplo, un referente mundial a seguir en la gestión de todos estos puntos que acabo de detallar. Y eso, al fin de cuentas, está en manos de los ibicencos, nativos y de adopción. Debemos exigir que se ponga solución definitiva a esta situación indecente. La inacción y parálisis burocrática de nuestras administraciones es inasumible si queremos que nuestras islas tengan un futuro

Parece que nuestros vecinos de Fomentera se han dado cuenta y ya están tomando medidas, restringiendo accesos y exigiendo el poder tomar las riendas de la gestión de sus infraestructuras y recursos. Lo tienen fácil, solo se han de fijar en Ibiza para saber cómo se tiene que actuar (o no actuar, para ser más justos). 


Tenemos suerte de la coyuntura en la que se encuentran nuestros principales destinos competidores en el MediterráneoNunca me había encontrado antes a tanta gente desencantada con Ibiza como este año.  ¿A qué esperamos para ponerles las pilas a los responsables de las distintas administraciones públicas que tienen que solucionar esta situación insostenible? En serio, ¿nos importa de verdad lo que está pasando en nuestra isla? 


lunes, 15 de junio de 2015

Ya estamos en pleno lío

Ya estamos metidos de lleno en esa época del año en Ibiza que todos tememos y a la vez esperamos con ansia.  Es esa época del año en que nuestras carreteras se saturan, donde salir de un cruce puede significar minutos de ver pasar coches y más coches, exigiendo de nosotros una paciencia infinita para no cometer ninguna imprudencia. Donde nuestro temple se pone a prueba para soportar conductores que no saben donde van, o a los de siempre que no respetan líneas continuas ni límites de velocidad


Es aquella época del año donde los puntos negros de nuestras principales vías se perciben más negros que nunca, recordándonos que la isla crece a pasos agigantados y sus infraestructuras no le pueden seguir el ritmo. Las desaladoras paradas y las depuradoras saturadas son otro buen ejemplo de ello. La sequía que se anticipa, con los niveles del agua subterránea que da vida a Ibiza en los registros más bajos de las últimas décadas, se unen al previsible drama que vamos seguramente a vivir en tan sólo unas pocas semanas. 
Sabemos que vamos a ver cómo maltratan a nuestra isla, cómo la exprimen y la hacen sufrir, y no podemos dejar de sufrir por ella.


Y la isla en cambio, se defiende mostrándonos su cara más divertida, más amable. Sus noches magnéticas, su mar y sus cielos deslumbrantes, sus colores preciosos mezclados con un paisaje humano que llega a Ibiza ansioso de disfrutar y dejar atrás la monotonía y el agobio del resto del año. 


La isla se renueva cada verano, se reinventa, evoluciona y se revoluciona hasta desbocarse durante unas pocas semanas de temporada alta altísima. Y nosotros nos dejamos llevar por esa locura, casi sin poder respirar, deseando que todo acabe pronto y que no acabe nunca. Deseando volver a vivir, año tras año, esa experiencia mágica que nos dejó pegados un día a esta tierra hasta desear hacerla nuestra. Es una pena que no podamos librarnos de esa angustia que nos causa el saber que, por un lado o por otro, Ibiza se romperá, aunque sea tan solo un poquito, para no volver a ser nunca más la que fue ayer. 

viernes, 3 de abril de 2015

El 2015 viene fuerte...

Todas las previsiones para la temporada 2015 en Ibiza nos van mentalizando para lo que se nos echa encima. Parece que este año el "overbooking" va a ser generalizado, a todos los niveles. Llevamos semanas recibiendo a diario los anuncios de fechas de aperturas de los clubs y de sus fiestas semanales. Estamos ya al día de muchas de las novedades, cambios y lanzamientos que vamos a disfrutar este verano.


Muchos establecimientos se han aventurado a abrir esta Semana Santa para no cerrar hasta Octubre e incluso muchos de ellos han permanecido abiertos todo el invierno. Llegan además nuevos proyectos que aterrizan con la intención de marcar un antes y un después en la historia de la isla. Se me ocurre como el mejor ejemplo de ellos el proyecto de los hermanos Adrià junto al Cirque du Soleil, que promete convertirse en una experiencia única en el Mundo. Esperamos que no sólo esta nueva aventura triunfe sino que además se consoliden otros proyectos punteros que han apostado por Ibiza en las últimas temporadas.



En el sector de los alquileres y los servicios de lujo, nos encontramos que en estos momentos del año las principales agencias han superado ya las cifras de reservas de la temporada anterior. Y eso que Abril y Mayo son dos de los meses más intensos en la búsqueda y el cierre de estancias vacacionales. Algún beach club emblemático de la isla ha colgado esta semana el cartel de completo para su fiesta más conocida sin ni siquiera haber inaugurado la temporada (ni una hamaca disponible para Julio y Agosto). La cosa viene realmente fuerte... El propio Abel Matutes, uno de los artífices de este nuevo boom que está viviendo la isla gracias a su Ushuaïa y su Hard Rock Hotel, advierte estos días del serio peligro de que la cosa se desborde este verano.


En la vertiente negativa, el hecho de que Ibiza se haya convertido en el destino vacacional más deseado de este lado del Planeta, está trayendo alguna consecuencia poco deseada para los que viven y trabajan aquí. El primer síntoma reconocible es la enorme crisis de vivienda de alquiler residencial que estamos sufriendo. Los precios se han disparado de tal forma que para los habitantes más jóvenes y para los trabajadores de temporada el encontrar casa a precios razonables se ha convertido en una utopía


Algunos afectados se están organizando en asociaciones que pretenden denunciar los supuestos excesos de ciertos propietarios y falsos agentes (en realidad mucho buitre estafador) que exigen condiciones imposibles de cumplir para poder acceder a un alquiler de larga duración. Fruto de su indignación amenazan con enviar anuncios que ellos encuentran abusivos a Hacienda y a la Guardia Civil. Un esfuerzo que va a ser inútil, no sólo por ingenuo e injusto, y que corre el peligro de convertirse en una estúpida caza de brujas.

La solución a este problema pasa por ser política, a través de incentivos a los alquileres residenciales y un mayor control presupuestario de las actividades de alquiler vacacional. Como siempre, a los partidos gobernantes en las islas de momento eso no les acaba de interesar, adolecen de su incapacidad de reacción habitual o no aportan más que parches que distan de dar una respuesta eficiente a ese problema. Aunque se vislumbra en el horizonte de las próximas elecciones alguna nueva formación que parece tener claros los temas que realmente preocupan a los ibicencos y la manera seria de afrontarlos. No todo está perdido. 


Sea como sea, lo que volvemos a tener claro este año es que no nos vamos a aburrir. Los próximos meses vuelven a presentarse como apasionantes, en lo bueno y en lo malo. Más vale que nos vayamos mentalizando y los afrontemos con positividad y unas ganas enormes de trabajar para que la isla siga con esa inercia imparable que la ha convertido en el motor económico de las Baleares. Siempre sin olvidarnos de respetarla, de cuidarla y de disfrutar de todas las maravillas que esta tierra nos ofrece. Ibiza se lo merece.



martes, 17 de febrero de 2015

Gastronomía Ibicenca

El visitante que no ha disfrutado de la rica gastronomía de Ibiza es como si nunca hubiera estado aquí. Ha esquivado una de las esencias que fundamentan el espíritu y el carácter de estas islas. El que sí lo ha hecho no dejará de guardar en su memoria esa experiencia como parte destacada de su estancia, como unos de los momentos álgidos de sus vacaciones.


Muchos de nuestros restaurantes, tascas, bares, chiringuitos y tabernas ofrecen además un valor añadido único que los hace mucho más especiales: su ubicación. Existen muy pocos lugares en el mundo que estén repletos de establecimientos tan singulares, en los que se puede comer con los pies descalzos sobre la arena, a la sombra de una de las murallas mejor preservadas del Mediterráneo o en una romántica y escondida casa de campo en mitad del bucólico e inalterado paisaje ibicenco.


Los nativos, además, sienten una auténtica devoción por los productos locales frescos y naturales. Antaño era imposible ver una casa de campo que no se autoabasteciera con su propia huerta, sus frutales y sus animales. De hecho, todavía existen muchos hogares que mantienen esta tradición, puesto que la mayor afición de los pitiusos es disfrutar de la comida.

El mar que nos rodea proporciona un surtido fabuloso de sus frutos, que se pueden degustar nada más salir de la barca de pesca. Los bosques también ofrecen sorpresas inesperadas, como las deliciosas setas que proliferan a la sombra de los pinos o las hierbas aromáticas que crecen anárquicamente por los campos y en los márgenes de los senderos.



Esta despensa surtida y exquisita, que sigue con devoción el ritmo de las estaciones y las fases de la luna, unida a la rica herencia cultural de los pueblos y civilizaciones que han poblado la Pitiusas, ha originado una sabiduría culinaria que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que llega aderezada hasta nuestros días por el auge y el prestigio de la dieta mediterránea. El recetario ibicenco es rico en arroces, platos con ave o cordero, guisos, pescados horneados, repostería, vinos y licores.

En los últimos años hemos visto felizmente como nombres ilustres e influyentes de la gastronomía universal han ido aterrizado en nuestra isla para elogiar y disfrutar nuestra genuina e inalterada tradición culinaria, apegada a la tierra y a esa devoción por el producto local. Algunos de ellos han decidido incluso lanzar sus propios proyectos en suelo pitiuso para unir su trayectoria a esa marca Ibiza que se ha convertido en nuestros días en sinónimo de autenticidad y disfrute. Me vienen a la cabeza nombres como Arola, Roncero o Adrià, por mencionar algunos de los más conocidos...



Cada vez son más las familias locales que se aventuran a convertir en negocio lo que hasta entonces era una afición o una fórmula de apego a la vida tradicional. En Ibiza se elaboran hoy en día numerosos productos gastronómicos que fusionan la tradición con los procesos modernos de elaboración. Aceites de oliva virgen extra, vinos blancos y tintos, licores de hierbas, quesos y yogures, embutidos, conservas, chocolates, mermeladas, miel… Productos que, en definitiva, envasan sabiduría, tradición y un profundo respeto por la riqueza natural de nuestras islas.



¿Os hacen falta muchas más razones para venir a visitarnos?


viernes, 9 de enero de 2015

"Ibiza ya no es lo que era..."

"Ibiza ya no es lo que era...". Esta frase parece que fue pronunciada por primera vez por un comerciante fenicio a unos amigos egipcios en una taberna de Alejandría, allá por el año 600 antes de nuestra era (tomo prestada esta genial introducción del imprescindible blog de Danny Kay, "Ibiza Holiday Secrets"). No hay viajero ni turista que no haya oído esta sentencia varias veces antes, durante y después de su primera visita a Ibiza. Probablemente desde hace muchos y muchos años...


Bromas aparte, parece que las primeras impresiones que deja la isla a cualquiera que haya puesto sus pies en ella a lo largo de los siglos acaban mudando y convirtiéndose en una especie de nostalgia que no deja de tener cierto tono negativo. Danny lo atribuye en su blog a la evolución psicológica natural de toda persona que haya puesto sus pies alguna vez en este rincón del Mediterráneo. Lo llega incluso a comparar con una especie de virus contagioso que afecta a prácticamente todos y que se debe al hecho de que somos las personas las que cambiamos y maduramos a lo largo de los años, no los lugares.

Lo que claramente pierde de vista nuestro amigo "blogger" es que Ibiza cambia y evoluciona a un ritmo imparable. Me atrevo a decir que no solamente lo hace sino que además, desde su modesta geografía, es vanguardia del cambio desde hace muchas décadas. Es por eso que ha sido y sigue siendo el centro de gravedad de muchísimas personas y personajes, polo de atracción de creatividad y de tendencias que se expanden y crean escuela por todo el Mundo. 

Es evidente que la propia evolución de la isla hace madurar hasta dejar obsoletos esos clichés que para muchos significaron la esencia de lo que un día los enamoró. Pero también es evidente que esa transformación, año tras año, ha significado que Ibiza no haya dejado de ser nunca la punta de lanza de todo lo que ha acabado marcando su propia época. Partiendo de la autenticidad bohemia de los años previos al boom turístico de la década de los 60... 

Pasando por la "colonización" hippy que marcó la identidad de la isla para siempre...

O por los alocados años 80 con toda su sensualidad, su glamour y sus excesos...



Hasta las últimas dos décadas con la consolidación de la electrónica y los superclubs, los aftersla música chill-out y las fiestas interminables en cualquier rincón de la isla...



Y finalmente, en nuestros días, el reinado de los DJs y los "beach clubs", la aparición de nuevas ofertas de ocio, alternativas, más maduras. No se puede poner en duda que hoy el turismo de lujo se ha convertido en el motor que está moviendo notablemente la economía local y que está empujando a Ibiza hacia una de las mayores transformaciones de su historia.



No, amigo Danny, no es sólo que la gente madure. Esta isla evoluciona y revoluciona nuestra cultura a una velocidad vertiginosa. Se mueve marcando dirección y tendencias que muchos otros destinos del planeta imitan, desde nuestro entorno mediterráneo hasta los desiertos de Estados Unidos, o las selvas de Brasil. Y lo que maravilla es la capacidad que tiene de reinventarse continuamente para ser ese lugar que fascina, atrae y atrapa, generación tras generación, sin dejar de mantener su esencia, su espíritu de libertad como principal marca de identidad.



Eso sí, que no nos deslumbre esa energía tan especial que desprende Ibiza. No es ilimitada, y si no la cuidamos, la respetamos y la protegemos, podemos acabar viendo cómo desaparece para siempre convertida en una simple caricatura de lo que una vez fue.